Día dos (I): Empezando el sábado

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martes, noviembre 14, 2006

Día dos (I): Empezando el sábado

Estos dias me habéis pillado perro, pero no puedo detenerme aquí. Todavía me quedan 12 días por delante y muchos fans están pendientes de que los siga explicando.

Comencemos pues con el segundo día: Sábado 7 de octubre de 2006.

Me desperté alrededor de las 10:00h. En contra de lo que creía en un principio, el JetLag (o 時差ぼけ jisaboke, como lo llaman allí) no lo noté tanto como me esperaba. También había que tener en cuenta que la noche anterior aguanté como un campeón hasta la una y media de la noche, así que dormí bastante bien. De todos modos, todavía notaba cierto dolor en los pies.

No sabía si Marquitos estaría en casa o no, y en caso de que estuviera no quería despertarlo tan temprano, asi que puse un rato la tele que había en mi habitación a ver si daban algo interesante.

No tuve suerte. No había nada que mereciera la pena por la tele: o magazines marujeros, o culebrones rancios o algún que otro documental. Si no recuerdo mal, en muchos de estos magazines hablaban del nuevo gobierno de Abe Shinzo, pero tampoco presté demasiada atención.

Creo que estuve hasta aproximadamente las 10:30 o las 10:45 perreando delante de la tele, sin hacer nada en particular. Abrí la maleta para buscar ropa limpia y decidí ir a ducharme haciendo el menor ruido posible... eso si, previamente tenía que echar una meadilla, que las cervezas de la noche anterior aun permanecían (iba a escribir "nokoreaban"... ya me vale) en mi interior.

Salí. La puerta de la habitación de Marquitos estaba entreabierta. No me atreví a abrirla y mirar por si las moscas me encontraba con algo o alguien que no tuviera que ver, así que cogí mis bártulos y fui a ducharme.

Me miré al espejo y consideré que todavía tenía una barba permisible. De todos modos, no podía afeitarme ya que, a pesar de llevar conmigo la máquina de afeitar, no tenía el adaptador de corriente todavía. De todos modos, no estaba del todo convencido de que la maquinilla pudiera llegar a funcionar a 110V/60Hz.

Conseguí regular con acierto la temperatura de la ducha. Pude ducharme agusto :).

Al salir, Marquitos ya se había despertado. No se si sería culpa mía a pesar de que intenté hacer el menor ruido posible. Le pregunté si al final regresó al Snack, a lo que me contestó que finalmente pasó, porque la lluvia parece ser que agudizó y tampoco tenía muchas ganas de coger la bici y además ir cargado con el paraguas, cosa que, dicho sea de paso, los japoneses dominan bastante bien.

Mientras Marquitos se lavaba la cara y tal, sonó su teléfono con la melodía de Lupin III XD. Se lo había puesto de despertador.

El plan para aquel día no estaba claro en absoluto. Por un lado, antes de que yo llegara a Japón, dudaba si ir aquel sábado o no a visitar Hiroshima, que está a unos 400 km (?) al oeste de Osaka. Por otro lado, Marquitos tenía medio previsto ir a un pueblecico cercano a Nagoya a visitar a un amigo zainichi (Coreano nacido y residente en Japón) que tenemos ambos.

Al final, tanto los planes de él como los mios no pudieron ser, así que decidimos hacer un poco de turismo por Osaka. Él se puso unos tejanos negros y una camiseta de la selección española de fútbol y yo, pues como siempre, con pantalones y camisa. Por si las moscas, esta vez si, decidí meter en la mochila la chaqueta por si se daba el mismo caso que la noche anterior.

También me hice con la cámara de fotos. Ese día no podía permitirme el lujo de no fotografiar nada tal y como hice el día anterior... miento, le hice una foto a la noria del HEP-FIVE que luego colgaré por aqui. Marquitos hizo lo propio, pero llevando con sigo su peazo de cámara Reflex.

Creo que salimos al final de casa a las 11:30 (no estuvo mal). Los zapatos estaban secos, en la entrada, tal y como los dejamos la noche anterior. Solamente tenían un pequeño charco debajo que testimoniaban la caminata bajo la lluvia que hicimos. Nos calzamos, salimos y echamos la ridícula llave que protegía la vivienda.

Antes de coger el tren, decidimos pasar por el combini para comprar algo para desayunar. Yo solamente me hice con una lata de café con leche caliente. Marquitos compró unas pastas de chocolate. En el combini, a parte de haber alguna que otra maruja, había un chaval practicando uno de los deportes nacionales del país: el 立ち読み tachiyomi o 'lectura de gorra'. Esto consiste en pararse delante de los puestos en los que se venden libros y demás y leerlos durante tanto tiempo como sea necesario.. ahí, echándole morro con dos cojones X'D

Subimos a la estación que estaba justo encima de combini. No había prácticamente nadie. Comprobamos los horarios (bueno, los comprobó él, porque yo aún seguía sin enterarme de cómo iba el sistema ferroviario) y subimos al anden.

Mientras esperábamos el tren bebiendo lo que habíamos comprado abajo, vimos como un encargado de la limpieza se acercaba a vaciar el contenido de las papeleras. En Japón, hay que aprovechar en la medida de lo posible el momento en el que te encuentras una papelera, puesto que hay poquísimas... y paradójicamente a penas se ve basura tirada por la calle.

Las papeleras están en su mayoría orientadas a la recogida selectiva. Antiguamente (y aún en algunos sitios) la basura se dividía en dos tipos: basura combustible (papel, etc) y no combustible (plástico, vidrio, etc). Ahora la separación es más meticulosa y la población colabora activamente en ello. Hay papeleras para latas, otras para botellas de plástico, otras para periódicos usados, y otras para demás cosas.

El tipo de papeleras que te puedes encontrar depende de la zona. Están puestas con sentido común. Es decir, en una estación es raro que te encuentres un contenedor de pilas, pero si que te encontrarás papeleras para periódicos usados, del mismo modo que al lado de una jihanki te encontrarás papeleras para latas y botellas y no para periódicos.

- Anécdota que me pasó el otro día en el trabajo que viene a cuento -
Vinieron un par de japoneses a los que, cómo no, me tocó acompañar. Fuimos a tomar un cafetillo a la cafetería de la oficina y a la hora de tirar la cucharilla, uno de ellos la tiró en un contenedor equivocado. Le dije, en plan de broma "el contenedor de plásticos es el otro"...

Pues tuve que sujetar al hombre y decirle que se lo había dicho en broma porque estaba dispuesto a meter la mano dentro del contenedor para sacar la cucharilla de café y cambiarla de contenedor.
Y bueno, lo dejo aquí que ya es tarde y con esto creo que tenéis suficiente por hoy.

P.D.: Voy a ir poniendo títulos más adecuados a cada post, tanto a los nuevos como a los que ya he hecho, así que no os asustéis de momento si veis en vuestros lectores de feeds un montón de actualizaciones de golpe :D

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